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Uróboro



El uróboro es un símbolo que muestra
a una serpiente engullendo su propia cola
y formando un círculo con su cuerpo. Es
el ciclo eterno de las cosas,
indiferente a nuestro deseo o esfuerzo, que siempre
vuelve a comenzar.
        La destrucción del mandala
—una vez completado—
sirve de recordatorio de la fugacidad de la vida.
La arena coloreada se barre y dispersa
en un río voluble1 casual.

De la misma manera, revuelvo tus versos y
los deshago en mí.
De la misma manera, recojo pedazos de la memoria
y el instante
y los deshago en mí.
          Así,
nada se crea ni se destruye.
Es una lucha perdida no desear volver al principio o
inventar el nombre para perdurar.
               E pur si muove2.

Si algún día publico un libro —físico—, prometo
enterrarlo solemnemente en el campo,
bajo tierra indiferente, sin señas, ni cruces,
sin letanías.
        Lo solemne será el acto:
papel, tinta e intelecto en la tierra, efectos.
Mi fin cerrará un círculo que nunca se hubo abierto.

1 voluble: del lat. volubilis (que gira o puede girar, que se enrosca, mudable, cambiante)
2 Frase atribuida a Galileo: después de haber sido obligado a retractarse por la Inquisición de su teoría heliocéntrica, pudo haber dicho: Y sin embargo se mueve, es decir, el hecho existe más allá de las palabras.