a Leopoldo María Panero
y entrar así juntos y unidos por un beso
de Storia, L.M.Panero
Ahora que
me escucharás lo mismo
que su dios de harina escucha a una madre muerta
en los sudores de una vela, el cuerpo,
dime,
ahogado en el espejo de tu página,
en esas palabras que hoy se confunden consigo mismas
en la Storia,
temblor de la mano o, frágil consuelo del poema
una vez acabado, la virtud,
dime,
seccionada unidad de la vida
continuidad impotente de la piedra en la batalla
el brillo eléctrico de tus ojos tras el humo,
berbiquíes del día.
Oh gozo, que apenas engaña
a tus labios sobre la mesa de un bar,
como una jeringa humillada es tu lengua, retahíla
de músicas en que encontrar el camino incierto
en el bosque blanco y espino,
y descifrar
la matanza y el polen de las abejas,
unidas en el clamor de tu palabra,
dime,
multiplicado en el pan en los espejos
o vino infernal en las venas, color de la vida,
y así entrar juntos, unidos por un beso,
dime.