a Leopoldo María Panero
—¿Por qué cita constantemente?
—Para ser escuchado y creído.
Hay poemas robados que me gustan. Es todo lo que puedo decir. Como si
fueran niños, hermanos
agostados en el sillón de la poesía.
Soy una persona normal,
una casa desahuciada donde se pasean los espectros,
gente extraña, ajada como los labios y pechos delirantes de una madre,
pero no creo que sea el infierno, no. O solo a ratos.
Sigo leyendando2.
No hay manera de expresarlo mejor: Tangos de Góngora. Folies Bergère.
Poemas de amor, destrucción barroca
(como la mierda del estilita chorreando por la columna dórica, reían Buñuel y Lorca3, al fondo, en la sala de visitas del hospital, mientras escuchaban a Los Chichos, esperando la caída linde de Ferlinghetti4.)
vocacional. Una gota de Apocalipsis en la chistera: conejo vivo y muerto.
¿Existe la curación, o solo la condena? Naíf.
El descendimiento de la cruz está prohibido, bestias aparte: los barrios burgueses.
La torpe biografía de un país occipital que dice llamarse españa lo lo ló,
insaciable de ser nada más que resudor y bragadura,
sospechas de ocultismo y crueldad, con ternura, aniquilación. Arte y parte de la
tortura.
En una pensión le dictaba poemas a mi madre muerta
de corazón infeliz y fan del libro sagrado ultraviolento,
perfecto recetario para delirar y soñar héroes, santos, ciudadelas, sobre todo París,
monstruo de la pura vida y el amor y la luz y el croissantisme5…
en cuyo río se baña la alcaldesa para ver si muere o continúa su vida burguesa,
o ambas y la misma. Helicobacter Pylori de pura cepa, fromage del fuerte,
espejo de agua que a todos nos refleja, oh Narcisse, planta bulbosa,
¡qué mal hueles!
un cigarrillo se apagaba en el suelo, junto a un banco de sentar
se lentamente se consuma la vida, —oh ceniza de Leopoldo en el manto de la isla,
homenaje geológico al Ser—, mientras en el infierno de Dante
se encienden las almas de los inquilinos, como polillas obsesionadas con la Luz,
y el Amor, y la Vida de París,
y el recreo y el bocadillo, y el abuso …
todo se derrumba en el sillón herrumbroso
de la poesía.
¿Caballero de la Tragedia? Ni tant. Delirar es una defensa,
por la Gracia de dios.
Escrito siguiendo una entrevista que le hizo Javier Rodríguez Marcos en Babelia. El País.
1 último libro: según Panero, este concepto implica que la lectura, el acto de escribir y la literatura en su conjunto, son un sistema, del que los autores con solo parásitos. No hay para ella “historia” lineal, sino solo un espacio sincrónico infinitamente reversible; no hay “historia” lineal, sino de tejido, en el que cada costura indica en la dirección de todos ellos. De Visión de la literatura de terror anglo-americana, 1977. Entiendo que es último libro porque el “libro ya está escrito", es ese tejido.
2 leyendando: neol. fantaseando, de hacer leyenda.
3 anécdota recordada por Agustín Sánchez Vidal en su libro Luis Buñuel, obra cinematográfica, a propósito de la película Simón del desierto.
4 Ferlingetti: poeta de la generación beat. Murió con 101 años.
5 croissantisme: neol. movimiento de creencia en los santos, ídolos, del tipo que sean.