en el nombre de Dios
y de Gottfried Benn
y mi risa niega el mundo
mientras el alma besa el suelo
Abismo, L.M.Panero
Rosa del cadáver, que aúne estirpes y linajes,
crecerán en tu pecho unos ojos blancos,
qué pronto olvidó tu nombre el sentido
condenado al tiempo del amor y la caída,
rosas que rasguen, lentamente, el tapiz de piel, los afeites
y alcanfores,
boca que al cielo implora la Ciudad Esmeralda
y hiende con ansia la raíz al suelo.
Rosas entretejidas de moscas y larvas (delfines),
un légamo de vida finge tu resurrección
—¿aún te mueve tu Dios para amarle?—
necrófagos embriagados de tus gases amoniacales
habitan tus quicios carmesíes y lacios tendones,
—la Conquista del Oeste, los pueblos de colonización,
Pizarro y Cortés, la fiebre del oro, Granada, el Sol
pudriendo tu nombre y memoria, las playas de Levante
Benidorm, los hijos larvados, pupas en piscinas privadas
como esos vástagos tuyos que lloran y buscan
el dinero en los cajones—
ahora, que por fin eres fértil, sembrado bancal,
ahora que has sido engendrado radiante
por la boca de nuevas familias, metalizadas
—Califóridos, Sarcofágidos azules y verdes—
Oh, Phormia Regina hará una diosa de tu cuerpo turbio:
pene en semierección, labios vulvares negruzcos,
estructuras y cuevas como esponjas, y ríos en fluidificación
del cerebro a la aorta, baños de ninfas, vino y comunión
tus huesos son el panal, el tejido y la palabra, miel
—Luna y Marte en la edad temprana—,
asaltan tu omisa magra, oportunistas y emprendedores
liberales y demócratas, libélulas y arañas
y mariposas que alfombran y visten tu ser,
devastado consomé, amarillo baldosas.
Oh, humano, culmen de la obra de Dios
Crisóstomo ante el espejo del poema,
palabras como rosas atraviesen tu cráneo,
no eres más que un gusano, pero sí, más que Él,
el brillo de tus redes sociales no ocultará la muerte:
en la dulce demencia del festín
nada hay que lamentar salvo, una herida abierta, quizá.
Oh Reina de Meigen, Diptera monarca,
el proceso creativo lo es de rendición, no de control,
abandonad pues, Vos también, toda esperanza.
— en la dulce demencia del festín // El brillo de (los mármoles labrados) no ocultará tu muerte // baño(s) de (las) ninfas, del poema Bacanales en Rímini para olvidar a Isotta, de Guillermo Carnero.
— nada hay que lamentar: del poema de igual título de Gottfried Benn.
— Espíritus de Hartshorn: amoniaco, licor amoniacal obtenido por la destilación de virutas de las astas del ciervo macho.
— Crisóstomo: Proviene del griego Χρυσόστομος (Chrysóstomos), que significa ‘pico de oro’ (χρυσός, ‘oro’, στόμα, ‘boca’). Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla, considerado por la iglesia católica uno de los cuatro grandes padres de la iglesia de oriente.
— Phormia Regina: mosca azul, especialmente importante para la entomología forense. La hembra de Phormia Regina, al igual que otras moscas de la familia Calliphoridae, ovipositan sus huevos en la carroña, donde eclosionan. Las larvas se desarrollan a través de tres estadios hasta la pupa. Las moscas negras adultas se agregan a las heces para aparearse. Se ha estudiado que el éxito de estas interacciones de apareamiento parece estar relacionado con el tamaño y la dieta de las moscas adultas. Después de encuentros de apareamiento exitosos, las hembras adultas se sienten atraídas por el material en descomposición con bastante rapidez para la oviposición, permitiendo a los entomólogos forenses utilizar las etapas de desarrollo de la larva como pista para determinar el momento aproximado de la muerte.
— Reina de Meigen—Meigen: por Johan Wilhelm Meigen, entomólogo famoso por su trabajo pionero en Diptera (orden de animales como moscas, mosquitos, típulas y tábanos que se caracterizan por haber perdido las alas posteriores, reducidas a halterios). Mayhem: caos, desorden violento.
— el proceso creativo lo es de rendición, no de control. Julia Cameron.
— Ciudad Esmeralda es la capital oficial de la mágica Tierra de Oz. Se encuentra en el centro exacto de esas tierras, y se puede llegar a través del Camino de Baldosas Amarillas.
— Las Saturnales (en latín Saturnalia) eran unas importantes festividades romanas. La fiesta se celebraba con un sacrificio en el Templo de Saturno, en el Foro Romano, y un banquete público, seguido por el intercambio de regalos, continuo festejo, y un ambiente de carnaval en el que se producía una relajación de las normas sociales. El poeta Catulo la llamó «el mejor de los días».
— abandona toda esperanza: ¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!, del Canto Tercero del Libro Infierno de la Divina Comedia de Dante.
— rosas como palabras atraviesan tu cráneo: el protagonismo de la rosa parte de la imagen de la portada del libro Mi cerebro es una rosa, de L. M. Panero.
— alcanfores: El alcanfor es una sustancia procedente del árbol Alcanforero (Cinnamomum camphora) y también es obtenido de algunas plantas que pertenecen al grupo de las lauráceas como el laurel. Es un desinfectante natural con diferentes usos medicinales e industriales. Sus propiedades son analgésicas, sirve para para calmar dolores musculares leves y también los que aparecen en los huesos.
— El Soneto a Cristo crucificado, también conocido por su verso inicial, «No me mueve, mi Dios, para quererte», es una poesía mística de autoría desconocida, escrita en España a finales del siglo XVI y publicada por primera vez en 1628.