La buena sordidez1 se pierde en el instante,
hace brillar la vida como brilla la muerte
fricción del lenguaje, de la separación ensimismado,
se engancha de la página mestiza,
la unión arte-vida, y parte
al menor contacto.
La maravilla de su ruina y vuelo
es nostalgia de valores supramundanos,
entrega del aliento a la chispa,
al mirar irrestringible de lo ideal
apenas duradero,
el íntimo material del espíritu
continuidad de lo temporal en lo eterno,
que se zafa como pájaro pautado
genio del aire, voluntad de tiempo, contra la mera
aceptación revelado,
dona el sentido, fantasma que anilla el dedo;
el laberinto es tu imagen.
1 En el texto "Lo ominoso" de 1919 y luego en "Más allá del principio del placer", de 1920, empieza a percibir (Freud) la dimensión de lo que verdaderamente implica una pulsión que se encuentra traccionando siempre hacia la muerte, es decir, hacia la satisfacción plena. De Pulsión de muerte, sublimación y arte. Mas allá de la estética freudiana. Florencia Cinquemani.