A Eduardo Hervás,
motor de lectura.
Motor de lectura
generación a tientos,
estilo aplicado en sus pormenores,
azote nuclear del proyecto.
En la clandestinidad,
el juego es la distancia, el concepto
la lengua que parece albergar
un mismo anonimato, un mismo punto de fuga
—Je sais que mon aneántissement sera complet3—.
Dispendio de oraciones, despeñadero,
como cuerdas para dios,
oh crueldad imaginada.
Yo sé el recóndito sentido
que me vincula
a esta orgía de emergencias,
impulso de látigo, fragmentos, extravíos,
cierto aire topológico, masticación, odeur:
cierta emanación volátil entre los huecos de la palabra
y un deseo casi ciego de,
como la cabra que avanza por la carretera,
dejar un reguero de orina, zigzagueando
sobre el blanco papel, en negro, contra nada más que mí.
—Yo sé que esta mano deshace en mi cuerpo
datos de un imaginario
espuma entre las olas4,
estela que consuma, agitación del agua, en un trazo.
1 Motor de lectura: motor, lat. que mueve, que produce movimiento. Lectura, del latín lectus (leído, escogido, cosechado). El sufijo -ura, resultado. El cambio de semántica del verbo legere (de escoger a leer) se explica porque el proceso mental de identificar y escoger frutas en su punto, para cosecharlas, es similar al de identificar letras y entender su significado. ¿Replantar? Asimismo, en latín, lectus es también cama, lecho.
2 La topología es la rama de la matemática dedicada al estudio de aquellas propiedades de los cuerpos geométricos que permanecen inalteradas por transformaciones continuas. (Wikipedia). La palabra, cuerpo, inalterada geometría por los sentidos, transformaciones conceptuales continuas, no de forma.
3 Sé que mi aniquilación será completa. De Los Cantos del Maldoror, de Isidore Ducasse.
4 espuma entre las olas. De una carta de Eduardo Hervás