Las algas del silencio
mecidas en un íntimo curso de río.
Miro
las estrellas
y solo distingo el cielo estrellado
miro
de frente el alto trigo del bajo suelo
tocado de aliento, y sostengo
una vertical delicadeza.
En su oscuro silencio oscilo
bajo los párpados
los ojos callados:
un movimiento impensable
como abarcar el cielo ajeno, oh ver
la hoguera acercarse
suspensos tiempo y sentido
apenas dulce
quedo
irreal
en la tierra descuido el deseo.