Violencia impugnada donde
la violencia actúa:
como un último hombre
ante el fin de su vida,
sin autoridad moral, apenas sin cuerpo
petrificado en un verbo que carece de rostro
si no es la máscara que media
entre el asombro y la vanidad.
Derrama
tu copa de vino en mi pecho
toda la pestilencia de la vida, verás
que en el espejo no se refleja la poesía.
No hay respuesta, solo secuencia y farsa.