a la evidencia exacta de un espejo sin fondo.1
ensimismado vuelo veloz estela
que no sabe a nada
frugal memoria desubicada conque
tejer un andamio y un velo de publicidad
el cuerpo
cruel e inagotable
—cuando yo muera se acabará el mundo—
sus reflejos
involuntarios
sus movimientos involuntarios
su refrendo no convenido
desposesión de sí
lenta caída abismada de un sueño
que te contaron de niño
—la vida sin conductor ya se inventó hace tiempo—
montaña rusa
retorno al centro
en que suavemente experimentas la desaparición
ruleta sin frontera ni edad
melancolía del azogue
reflejo que no cesa
en todos los que cayeron antes
conscientemente
en la amarga melodía del despertar
bajo la sábana de mi retrato
sin fin
1 del poemario Pero el viajero que huye, de Manuel Vázquez Montalbán.