a Aníbal Núñez
Contra la piedra,
dejando que el tiempo actúe
— ¡cómo no dejarle! — y aún así —
como la piedra lentamente perforada
por los hierros, por el agua y la brusca intimidad,
también las palabras
heridas que violan la frontera del sillar y la rutina,
como una mirada inerme
desafiando al invierno a morir el último
frente a la ciudad, y sus emblemas,
y perpetuarse
en un duelo eterno de agonías
disfrazándose de intemperie
contra los acomodos, los rezos y los poderes,
contra la piedra que siempre revela
el paredón de la historia,
esquirla es tu elegancia,
lunar.
a propósito de un retrato del poeta de Aníbal Núñez (desconozco la autoría).