Establecer el fantasma en la angustia
colgar del alambre la permanencia
ofuscar la real demencia de lo cotidiano
y sucumbir al engaño del poema.
La fe del acróbata,
la sinceridad del borracho
y morir en el abrazo del espejo al amanecer,
colores de agonía vistan mi cuerpo
la alegría del crucificado que ahoga su risa
tus perros y gatos en la tierra baldía,
árboles pelados, aceras vacías y voces de vecindad
cruzan la memoria como el regato
blanco semen del fantasma, de la angustia,
del espejo y del engaño
para no sucumbir al cotidiano blando banal.
¿Qué sino el poema merece la crucificción?
Debo el término Crucificción a Marilyn Manson, de su canción Cruci-Fiction in Space.