La apariencia de espacio
llegado lo fundamental,
su impacto,
seguirá sonando mucho después
creando, más que nosotros
—nuestros cuerpos—,
una nueva y límpida forma, vibrante,
cómodo nombre para lo que
no lo ha de tener.
Gran parte del proceso
—especialmente frente al tópico—
silente y despojado
coincidirá con el paso de un ave
o el rastro de baba de un caracol,
eso que,
por llamarlo de algún modo,
dicen frescura,
como sangre recién cortada
abierta carne de una clausura que
ni siquiera conozco.
Una apariencia de aire,
avant la lettre.