—a Ignacio Prat
Ciérnanse2 los cernícalos3 rateros,
cerniéndose en la atmósfera tranquila
un vuelo fascinador
firmísima pupila. Aguas, vientos
antes que salga la flor
espesor y finura
y abrirse la hoja, cada una, de por sí
y afinar los pensamientos.
Un suelto cavallo prendo,
es el ojo de dentro
cernido en campo azul de esmalte,
llover suave y menudo,
desplegaban sus formas indefinidas y
diáfanas concepciones
vidrio molido, cabellera o simple mechón
luengos leones de cuerpo y aún
luengas çerneias4, bien sé yo
mojar la tierra y pisarla bien.
Anda el neblí5
cerniendo su canto puro
y las alas apenas, a su antojo, por verlo
como flotando en espacio futuro a suceder
crines de la bestia
por los desiertos de la Libia ardiente,
a las piedras se las cae el humo
dexándolo muy blanco
y assí comiençan las perlas,
desperdicio del polvo.
Por eso, dime,
por dónde y de presto
sin apartarme mucho ni poco, y con grave paso,
depurar destinado pasaje, averiguado flor,
texido.
Compuesto siguiendo la página 1007 (CERNAJA - CERNER) del Diccionario Histórico de la Lengua Española.
1 fleco: (cernaja) adorno de cordoncillos terminado en bolitas que se pone a los bueyes en el testuz para espantarles las moscas. Borde deshilachado de una tela vieja. Detalle o aspecto por resolver.
2 cerner (cernir): cribar, atalayar, observar, depurar pensamientos y acciones, llover suave, dejar caer el polen de la flor, andar o menearse moviendo el cuerpo a un lado y otro, suspensión del vuelo del ave en el sitio, amenazar de cerca un mal.
3 cernícalo: ave rapaz (rapiña: robo, expoliación o saqueo) que, suspendida en el aire, espera ver la presa para caer en zigzag como si fuera cribando, de ahí su nombre, derivando del latín cerniculum, criba, cedazo.
4 çerneias: cernejas, crines, mechón de pelo.
5 neblí: ave rapaz.