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Asesinato en Las Mijaradas

... y la sangre corrió durante años



el cadáver de un roble centenario
           ha sido hallado
con múltiples heridas de arma blanca
en un precioso bosque entre Hurones
y el campo de golf de Riocerezo,
el presunto asesino dejó dos letras
en el lugar del crimen como firma,
hace seis años de esto

ochocientos años de vida
esta mañana acabaron,
decenas de incisiones con saña
un hacha, una maza o una motosierra
el ciudadano, de complexión gruesa,
intentó incluso amputar una rama
a tres metros de altura de este
portentoso y único ejemplar

a falta de autopsia para confirmar,
la muerte no fue inmediata,
ningún golpe fue de mortal necesidad:
la sangre corrió durante años
hasta secar la savia, pudrir su boca,
cegar sus hojas,
abandonó la sangre su tejido vegetal

todas las acometidas se atribuyen
a la misma mano homicida, aunque
no se descartan colaboradores
incluidos todos los que durante años
han callado
por miedo o indiferencia,
los girasoles de la finca, cabizbajos,
parecen asumir su culpa
mas no podían gritar o
nosotros oírles

este roble era el abuelo de los árboles
del lugar
y ahora solo es un fantasma,
dice un vecino, blanco y escuálido fantasma,
el presunto asesino dejó su firma
en su carne maltratada: GM, escribió
con la motosierra en la mano
igual que se firma un cheque

no hay castigo para el sicario,
porque el árbol es mío,
hago lo que me da la puta gana, dice,
solo queda levantar el cadáver,
o, quizá, ya pensaron en
la incineración de este roble albar y,
ya puestos, de sus alrededores este verano

sirva como homenaje al árbol caído, no como autoría:
ni el roble ni las palabras son mías

               por cierto,
¿alguien le preguntó al roble alguna vez
su opinión sobre ese campo de golf?

el texto es una traslación, casi literal, del artículo de P.C.P. en el Diario de Burgos apoyado por el de César Javier Palacios, en 20 minutos.