EL PUBIS ESLAVO I
"Creí ver una ligera brisa mover su fino vello púbico.
Como un suave soplido, dedos de aire lo peinaron."
Sobre un ajedrez frío,
la eslava se retuerce.
Se desliza del sofá al suelo,
arrastrando el culo por el cuero.
El no foco es negro
y la cera cubría su piel
–mis huellas, parciales, aún perduran,
impresas en el color del momento–.
La forma formándose, de fuera adentro,
ha de ser vista, intuída,
aislada en el pozo del ojo,
como una bestia de petri1.
La mirada perdida y el pubis lúcido
revelan el fin entresijo,
el juego sobre un solado
de medidas reglamentarias.
1 La caja o placa de Petri es un recipiente redondo, de cristal o plástico, con una cubierta de la misma forma que la placa, pero algo más grande de diámetro, para que se pueda colocar encima y cerrar el recipiente, aunque no de forma hermética. Es parte de la colección conocida como «material de vidrio». Se utiliza en Microbiología para cultivar células, observar la germinación de las semillas o examinar el comportamiento de microorganismos. _Wikipedia.