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Autorretrato con ellas

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AUTORRETRATO CON ELLAS


En el pensamiento todo es ciego, dúctil innominado.
Me recorre por dentro como un enjuague de guantes1,
y la lengua es el deseo2.

Tiene mi forma, imagino, como la leche.

En la cabeza no cabe, rebosa,
y cierro los ojos para no mirar al interior,
para no ponerle nombre y fin.

Es un rojo que abrasa y abro la boca,

energético como el vómito, el papel es blanco
y cuadriculado como ejemplar ciudadano:
aquello se espesa, mórbido de sed3.

Los cuerpos adquieren presencia, aparecen,
solidificándose, quemando el papel cristalizan
y en su espejo veo mi rostro,

perdido, reventado, difuso como el amor.

Efusivo4 como una momia fresca,
planeo sobre un paisaje vesuviano
contemplando un álbum loco y familiar.

El horizonte se renueva5

Ellas apareciendo, desde el fondo, re-creadas porque no pueden aparecer.
El fondo de magma, masa ígnea existente en el interior de la tierra de mi cabeza, que se consolida por enfriamiento. La imagen es, por tanto, magma enfriado, final. La imagen es fría, una mera aproximación a lo informe fundido de deseo.
El viaje del magma es, quizá, primero solido, luego espeso, dúctil, con necesidad de movimiento, mórbido, lava, y, finalmente, sólido de nuevo.
Si escribo, si hablo, si dibujo, ya no soy solo dentro.

1 imagen de la obra de Arman, "Vénus aux ongles rouges"
2 la lengua es el deseo: porque existe la posibilidad de expresar, hay que expresar.
3 mórbido de sed: enfermo de sed. Blandura pegajosa y suave que busca a qué adherirse, qué significar.
4 efusivo: líquido derramado, comúnmente de la sangre. Expansión e intensidad de los afectos generosos o alegres de ánimo. Rocas solidificadas del magma expulsado.
5 El horizonte se renueva: el objeto, la imagen, presa ya en el cadáver de la representación, ofrece un horizonte, un límite que contenga la mirada, la lectura. Cada representación será diferente. Y sin embargo, ¿no es la imagen un nuevo pozo resonante para el desconocido y, peor, para mí, babeante de sed por significar? ¿Dónde está, pues, el cadáver? ¿Es imposible la muerte mientras haya un lector? ¿Es un horizonte continuamente renovado, un apilamiento de lecturas?