pedir como el poeta limosna
pasar junto a los hombres la rastra lengua,
las uñas negras
última dirección de la memoria
que en el suelo busco
un poema acariciándome la mano
susurrando una canción que no acabe
la calle a solas
y la firma del sol negro en mi cuerpo
oh estrella de la muerte dulce
un pájaro viene a verme, a pedirme que,
por favor, no rece en la noche del hombre
a los pies de la cama
que bajo el ojo de la luna calle al menos
el estrépito de la página
en que vivo la asfixia de esta vida numinosa
que no pida
limosna a los mortales,
que en el umbral de la noche la poesía
será el sueño que tumbe las estrellas en mi lecho
en un pacto o alianza de extrema desazón
baraja del solitario lamida por un perro
que con sus babas alimenta mi claustro
de silencio y oportunidad.
…pidiendo como el poeta limosna…, de El loco al que llaman el rey, de Leopoldo María Panero.