soñé que me llevabas por una vereda blanca
tú, hombre herido que no acaba de morir,
había un piano adornando tu salón
y aroma de flores caídas anteayer
había, dentro de cada español,
un psicópata estuprador que habla de historia
como de religión
y había, dentro de cada española,
una virgen violada por un águila
que lame la herida eterna del hombre
ah, el hombre herido, el hombre muerto,
el hombre desnudo que niega su falta
psicodrama de cada noche
bajo la sábana del amor
mitología de las fronteras y las naciones,
no encontrarás a tu madre
en el sufrimiento de los demás,
en el infierno del hombre solo hallarás
tu espejo
picado por el tiempo, precipitado