MORIR PARA SALVAR LA VIDA
—a Pier Paolo Pasolini
morir, para salvar la vida,
la madre la vida
el pensamiento
el placer
el primer cordero degollado al anochecer,
morir para escribir
y filtrar la impureza del aire
el agua de los regatos
de las callejas,
el agua de las miradas y las manos
del amor incierto
inexpresable y deseado
amor
los burgueses muerden el dolor
los papeles desordenados en el suelo
el cuerpo hundido en el catre
la madre criada la madre santa
la madre mujer
si quiere vivir
el horizonte es negro y azul
y desde esa profunda sima
el rostro y las manos
la voz sobre todo, la dulce voz
del maestro, de la intuición,
la voz interior
del presagio,
la condena
el recto camino de la convicción
y la dignidad
para salvar la vida
el capital teme al amor