
El tiempo liberado de la mano de dios,
presente y futuro en blanco
polvo que esnifar en la desolación
de ser animales conscientes,
si solo en el instante espeso el absoluto,
definición de lo imposible, tan cercano
invisible, suspenso en mínimo aire que
niega la historia para, soberanamente,
acceder al sentido, humillante también,
que mejor nos define como huérfanos
hermanos yonquis de azúcar y orgasmo
sin cálculo, proyecto ni intención.
Queriendo parafrasear para comprender un párrafo del libro Georges Bataille, la muerte obra, de Michel Surya.